La muerte es una de las experiencias más significativas y
proveedoras de sentido en la vida de los seres humanos, pero a la vez se
constituye un tabú desde la edad moderna, junto con el envejecimiento y las
enfermedades en general. Sin embargo, los avances en la investigación del campo
de la Medicina jamás permitirán la inmortalidad del paciente, por lo que ayudar
a la persona a morir en paz ha comenzado a ser tan importante como evitar la
muerte. El surgimiento de la Medicina Paliativa es la muestra de ellos, y por
más de ser considerada en algunos países, como una Medicina de segundo nivel,
son estos los cuidados paliativos, los que ayudarán a la persona a tener una
muerte digna, respetando principalmente su dignidad humana.
Los cuidados paliativos son considerados como “el enfoque
que mejora la calidad de vida de los pacientes y sus familias que se enfrentan
a los problemas asociados con enfermedades terminales. Esto se da a través de
la prevención y alivio del sufrimiento por medio de una pronta identificación y
correcta valoración, tratamiento del dolor y otros problemas como físicos,
psicológicos y espirituales. Su finalidad es aliviar el dolor, ofreciendo un
sistema de apoyo que ayude a los pacientes a llevar una vida lo más activa y
creativa, promoviendo su autonomía, su integridad personal y su autoestima.
Desde sus inicios en el siglo IV, ha tenido una gran
evolución posterior sobre todo en Gran Bretaña, como resultado de la visión e
inspiración inicial de Dame Cicely, fundadora del Hospicio St. Christopher en
Londres en 1967. A ella le atrajo el nombre de “hospicio”, pues quería proveer
un tipo de atención que combinara las habilidades de un hospital con la
hospitalidad reposada y el calor del hogar. En el año 1985, fue Gran Bretaña, el
primer país en reconocerlo como una especialidad médica, la cual requiere de
una jornada completa y de una atención máxima. Actualmente se ha visto acoplada
en diversos países, tanto americanos como europeos; sin embargo, para algunos
médicos se trata aún de un servicio voluntario en la mayoría de los casos,
debiendo trabajar horas extraordinarias dentro de los hospicios.
Respecto a eso la Organización Mundial de la Salud, llevó
a cabo una campaña estimulando a los países a desarrollar programas exhaustivos
de control de cáncer, que incluían: prevención, detección precoz, tratamiento
curativo, alivio del dolor y cuidados paliativos. Un comité de la OMS ha
definido los cuidados paliativos como: “el cuidado total y activo de los
pacientes cuyas enfermedades no responden al tratamiento curativo”. Su ética es
la misma que la de la Medicina General, considerando al enfermo como un todo,
en sus aspectos físicos, emocionales y sociales, en el que siempre existirá un
compromiso de honestidad, a favor de la vida y dignidad humana. El desafío
ético de la Medicina Paliativa es el de equiparse a sí mismo de buenas
habilidades de comunicación y sensibilidad; es por eso que siempre va de la
mano con los principios éticos, los cuales son: el principio de la
inviolabilidad humana, el principio de la proporcionalidad terapéutica, el
principio de veracidad y de prevención, entre otros.
La Medicina Paliativa se caracteriza particularmente por
varios aspectos: primero, tenemos que se opone a la eutanasia, debido a que los
pacientes cambian de opinión cuando les dan cuidados paliativos. Segundo,
tenemos que brindan un tratamiento apropiado, que va de la mano con una
hidratación y nutrición adecuada, brindando un alivio sintomático. Tercero,
brinda un acompañamiento calificado, creando metas realistas con los pacientes,
reestableciendo sus esperanzas y mejorando su relación con Dios. Por último,
tiene una relación terapéutica beneficiosa, presentando: empatía, calidez y
autenticidad.
Las circunstancias que rodean al paciente afectado de una
enfermedad que lo lleva a la muerte implican un componente especial, en el cual
la coordinación de esfuerzo del trabajo en equipo; tanto médicos y enfermeros,
harán todo lo posible por brindar el control de los síntomas, para brindar bienestar
al paciente; sin embargo, la atención a la familia ,también es un elemento
imprescindible dentro de los cuidados paliativos, debido a que esta se
encuentra con la sobrecarga del sufrimiento del ser querido enfermo. En algunas
circunstancias, las situaciones de dolor total no suelen tener una respuesta a
la exclusiva utilización de fármacos; por lo que, en el paciente se debe
verificar las perspectivas biológicas; tanto como, el pronóstico terapéutico,
teniendo en cuenta los beneficios y efectos adversos del tratamiento paliativo,
y también la necesidad de no prescribir una prolongación de la muerte.
Para concluir tenemos que los cuidados paliativos brindan
el apoyo tanto al paciente y a sus seres queridos maximizando su comodidad.
Además, lo ayudan a fijar metas para el futuro, a fin de llevar una vida
placentera y significativa, mientras reciba el respectivo y adecuado
tratamiento para su enfermedad. Con
este proceso se logra evitar prolongación innecesaria de la vida o del
sufrimiento y medidas terapéuticas que no tienen como objetivo ni el bienestar
ni la mejoría del pronóstico de vida del paciente ,evitando así el
encarnizamiento terapéutico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario